2.LOS
MISTERIOS DE ELEUSIS
Los
misterios eleusinos eran ritos de iniciación anuales al culto a las
diosas agrícolas
Démeter y Perséfone que se celebraban en Eleusis, una localidad
agrícola próxima
a Atenas. De todos los ritos celebrados en la antigüedad, éstos
eran
considerados
los de mayor importancia. Estos mitos y misterios se
extendieron posteriormente
al Imperio Romano.
Los ritos, así como las adoraciones y creencias del culto, eran guardados en secreto, y los ritos de iniciación unían al adorador con el dios, incluyendo promesas de poder divino y recompensas en la otra vida.
Los ritos, así como las adoraciones y creencias del culto, eran guardados en secreto, y los ritos de iniciación unían al adorador con el dios, incluyendo promesas de poder divino y recompensas en la otra vida.
Los
misterios estaban basados en una leyenda en torno a Démeter. Su
hija, Perséfone,
fue secuestrada por Hades, el dios de la muerte y el inframundo.
Démeter era la
diosa de la vida, la agricultura y la fertilidad. Descuidó sus
deberes mientras buscaba a su
hija, por lo que la Tierra se heló y la gente pasó hambre: el
primer invierno.
Durante
este tiempo Démeter enseñó los secretos de la agricultura a
Triptólemo.
Finalmente
Démeter se reunió con su hija y la tierra volvió a la vida:
la primera primavera.
Desafortunadamente, Perséfone no podía permanecer indefinidamente
en la tierra
de los vivos, pues había comido unas pocas semillas de una granada
que Hades le había
dado, y aquellos que prueban la comida de los muertos, ya no pueden
regresar. Se llegó
a un acuerdo por el que Perséfone permanecía con Hades durante un
tercio del año (el
invierno, puesto que los griegos sólo tenían tres estaciones,
omitiendo el otoño) y con
su madre los restantes ocho meses.
Los
misterios eleusinos celebraban el regreso de Perséfone, pues éste
era también
el regreso de las plantas y la vida a la tierra. Perséfone había
comido semillas (símbolos
de la vida) mientras estuvo en el inframundo (el subsuelo, como las
semillas en
invierno) y su renacimiento es, por tanto, un símbolo del
renacimiento de toda la vida vegetal
durante la primavera y, por extensión, de toda la vida sobre la
tierra.
En el
Himno homérico a Démeter, Celeo era uno de los sacerdotes
originales de la
diosa, una de las primeras personas en aprender los ritos y misterios
secretos de su culto.
Diocles, Eumolpo, Triptólemo y Polixeno fueron los otros sacerdotes
originales. Celero
era un rey cuyo hijo, Triptólemo, aprendió el arte de la
agricultura de Démeter y lo
enseñó al resto de Grecia..
Para saber más:
Fascinante.
ResponderEliminarRealmente así es!! Bienvenido,un cálido saludo...
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